El caudalímetro, ¿que es?

 

Podríamos  denominarlo como el sensor que mide la cantidad de aire que atraviesa el conducto de admisión del motor, para que un motor funcione correctamente, la unidad electrónica de mando del motor necesita conocer con la máxima precisión posible cuatro valores muy importantes, la temperatura del motor, la cantidad de aire que recibe, la posición del acelerador y las revoluciones del motor, el caudalímetro podemos encontrarlo, tanto en vehículos diésel como gasolina, en la salida del filtro de aire, en el tubo de admisión, en el colector, etc, siempre en el camino que debe recorrer el aire ya filtrado para llegar a los cilindros.

 

Tipos de caudalímetro

 

Los principales tipos podríamos definirlos como mecánicos y eléctricos o electrónicos:

Los primeros se componen principalmente por una chapaleta que se movía cuando el motor aspiraba aire a través del tubo de admisión, esa mariposa iba conectada a una resistencia variable y en función del valor que recibe la unidad de mando,  sabía cuánto aire pasaba por ese tubo, estos sistemas son voluminosos, pesados, poco precisos y dan bastantes averías al tener muchas piezas móviles, por eso en los coches modernos prácticamente no se emplean.

 

          

En las imágenes superiores mostramos algunos de los caudalímetros mecánicos más usados.

 

En el apartado de los electrónicos uno de los mas comunes y utilizados es el de hilo caliente, el cual se basa en el puente de wheatstone.

Básicamente es un hilo de metal que la UCE calienta a una temperatura determinada, conociendo la temperatura del aire que lo atraviesa, el puente de wheatstone lo que hace es medir cuánta energía necesita para mantener ese hilo a una temperatura constante y en función de eso la ECU sabe cuánto aire está pasando por el tubo, como vemos en estos caudalímetros nos encontramos dos elementos integrados, un termómetro y un «hilo caliente» o puente de wheatstone.

 

              

Algunas imágenes de caudalímetros electrónicos

 

 

Averías en el caudalímetro

 

Si son tan fiables y exactos, ¿por qué muchas de las averías que hacen que acabemos con el coche en el taller son por culpa del caudalímetro?, pues muy fácil, porque la mayoría de las veces no diagnosticamos bien y la causa real es otra pero se le echa la culpa al caudalímetro, cuando el código de avería hace referencia a que no hay comunicación con el, podremos pensar en un fallo del sensor o cableado,  pero cuando el fallo hace referencia a que la medición de la cantidad de aire no es correcta, tendremos que comprobar todos los elementos que pueden «engañar al caudalimetro» y por eso dar esa información errónea, filtro aire sucio, valvula EGR, toma de aire en admisión, etc.